Tres formas en que Dios muestra que te ama

Antes de empezar en materia quiero hacer unas aclaraciones ya que “Dios” es un tema muy controversial y podemos escribir cientos de libros sobre Él. En este artículo no vamos a discutir la existencia, ni tampoco vamos a hablar de dogmas o doctrinas alrededor de Dios, ni mucho menos de religiones; aquí vamos a tomar por verdad la existencia de la Fuente Creadora a la cual voy a llamar Dios y hago referencia a lo que también podrías llamar Universo, Creador o Espíritu. En estas páginas le diré Dios a Dios por cuestiones culturales y porque la mayoría de las personas entienden con este término, a partir de allí se desarrolla este escrito.

Tampoco es requisito creer en nada para leer este artículo, ningún tipo de creencia. Puede que no creas en nada o que creas en algo específico, no importa, no hay requisito para estar aquí. Yo he experimentado la existencia de esta Fuente Creadora, de esta energía suprema que todo lo abarca y que todo lo permea y por eso estas palabras suenan muy personales, pero tú puedes elegir creer lo que quieras, aunque sí te invito a que lo pruebes, a que experimentes lo que está aquí escrito, más allá de o sin importar tu creencia.

¿Dios me ama así como soy? y la respuesta es sí. Dios te ama así como eres, sin más ni menos. Es probable que tu mente racional ponga objeciones a este hecho, quizás te lleguen pensamientos como “yo nunca voy a la iglesia” o “nunca rezo” o “yo tengo un montón de defectos” o “hace unos días exploté de ira y ofendí a alguien” y otro muchos peros y objeciones, pero sin importar lo que pienses de ti, lo que creas que es correcto o errado, sin condiciones Dios te ama. Dios te ama sin condiciones y te ama simplemente porque sí porque así es, porque Dios ama. Es un amor divino no es un amor terrenal, el amor divino no tiene condiciones ni cláusulas de permanencia, ni pide nada a cambio, simplemente ES.

Dios te ama sin condiciones 

Ahora, algunas formas en que se siente o se manifiesta el amor de Dios y te voy a compartir las que son muy cercanas a mi corazón porque las siento muy seguido. Una de esas formas es la perfección y la maravilla de la naturaleza. Ver todos los días como los animales se alimentan de los frutos que caen de un árbol y como la semilla que queda sobre el suelo puede hacer crecer más árboles iguales para alimentar a más y más seres. O cuando estás en la playa y ves cómo las olas del mar van por tus pies y se devuelven en un ir y venir constante que no termina, ninguna ola es igual a la anterior, ninguna ola es igual a la otra, todas son únicas, lo mismo con los copos de nieves no hay dos iguales. 

Dios creó esto de una manera tan perfecta y maravillosa que si observas, es fácil darse cuenta de eso. La interrelación de la naturaleza, el equilibrio y la sinergia que se experimenta es evidencia que hay algo mucho más grande, un amor divino. Si empiezas a detallar la naturaleza, a  estar presente allí, se puede sentir lo que te digo. Te invito a que cada vez que puedas hacerlo, te des la oportunidad de verlo y analizarlo y más que analizarlo es de experimentarlo.

Otra de las formas en que Dios se manifiesta son las sincronías, que son estas experiencias donde confluyen factores sorprendentes o distantes y se siente casi mágico. Como cuando justo piensas en alguien y esta persona te escribe o cuando quieres comprar algo y el precio del dólar baja a valores que no se habían visto en años y puedes hacer todas las compras que estabas esperando; sincronía es cuando todo confluye de una manera tan sorprendente, tan mágica que sientes que es un milagro, que fue Dios quien arregló todo para que sucediera. La sincronía es así, quizás para tu cabeza las cosas son muy difíciles o son demasiados factores que gestionar, pero para Dios nada es imposible, todo se configuran de tal manera que es y se siente milagroso.

Otra manera de experimentar el amor de Dios es a través del más grande regalo que nos dió y si no es el más grande, es un gran regalo y es el libre albedrío: la capacidad de elegir. Elegir quién eres, bueno o malo, amor o miedo, abundancia o escasez y en ese libre albedrío elegir también lo que deseas crear ¿estás dispuesto, estás dispuesta a crear la vida que realmente deseas o vas a crear la vida que te han dicho que deberías tener? ¿estás dispuesto, estás dispuesta a crear lo que realmente amas o seguirás eligiendo lo que siempre has hecho? 

Dios te ama en todas esas facetas, sea amor o miedo, sin importar lo que elijas, decidas o hagas. Dios te ama.

Te dio este magnífico regalo que es el libre albedrío para que pudieras crear lo que decidas, elegir lo que quieras, entonces ¿qué vas a hacer con ese regalo?

Dios ama en pasado presente y futuro a todos, todas, todes sin distinción, hombre o mujer sin importar el color de piel o la clase social, si crees en Buda o si eres musulmán, no importa de dónde es tu pasaporte, no importa si no tienes pasaporte, sin distinción de dónde naciste o dónde vives, tu preferencia sexual, si eres de izquierda o derecha no importa. Dios te ama. Y si yo quisiera que te quedaras con algo de este texto, es con esto: Dios te ama no importa quién elijas ser.